Nº 35 (1ª Quincena Septiembre 1963)
El cantante austríaco Freddy Quinn era quien lucía en el ejemplar nº 35 de la revista musical Discóbolo, correspondiente a la primera quincena de septiembre de 1963. Durante su estancia en nuestro país, dicho artista había participado en el programa de televisión “Amigos del lunes”, además de conceder entrevistas a la prensa y participar en diversos programas radiofónicos. Como reza en la portada, había sido merecedor hasta ese momento de siete Discos de Oro, había intervenido además en once películas y hablaba nada menos que seis idiomas.
Los Tonys era un conjunto que comenzaba a despuntar entonces, cuando todavía Micky (Miguel Ángel Carreño) no había antepuesto su nombre al grupo. Finalmente, su liderato cobraría fuerza y determinaría el nombre final de la banda: Micky y Los Tonys. El resto de los componentes eran: Tony del Corral, Fernando Martín de Argenta, Juan María Fuster y el batería Enrique Modolell. Precisamente, la publicación anunciaba que acababan de editar su primer “microsurco” con el sello discográfico Zafiro, el cual contenía los temas “Yo tengo todo” (versión en castellano del clásico de Ray Charles “I got a woman”), “En un pueblecito español”, “Ritmo de la lluvia” y “Un poco más de su amor”. Atrás quedaba aquella primera actuación sonada en el I Festival del Price un 18 de noviembre del 62, junto a Los Relámpagos, Los Pekenikes y Los Estudiantes, fecha hoy reconocida como el “nacimiento oficial del rock madrileño”.
Quien también comenzaba a triunfar entonces era una jovencísima Karina, con sus dieciséis primaveras. La revista Discóbolo se reunía con la juvenil artista en la llamada “Casa de las Fieras del Retiro” en Madrid, el parque zoológico de la capital que posteriormente se trasladaría a la Casa de Campo a mediados de 1972, para un confeccionar un extenso reportaje.
El cantante alicantino Michel era otro de los cantantes presentes en aquella edición nº 35 de la revista Discóbolo. Este artista, nacido en el municipio de Pego, cerca de Denia (ya lo hemos comentado en varias ocasiones en otras secciones), ganaba en popularidad día a día gracias a sus destacadas actuaciones en algunos de los festivales musicales más importantes del país. Es más, aquel año tenía previsto, de momento, actuar en el Festival Hispano-Portugués de Aranda de Duero (Burgos) y en el de la Canción Mediterránea en Barcelona. La historia de Michel era bien curiosa, dado que, antes de convertirse en figura de la canción ligera, su pasión hasta ese momento había sido el “Tiro de Pichón”, afición que le había llevado a resultar vencedor en diversos campeonatos nacionales.
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